Por Grehys Lynd Gonzalez Fajardo
El tiempo para el New York Fashion Week cada vez era más corto y las expectativas para los diseños de última moda aumentaban. Éste era el gran conflicto que me invadía al diseñar los nuevos modelos. En los desfiles anteriores siempre tenía la misma tendencia, ropa informal decolores fuertes y nada de accesorios para la nueva colección que presentaba. Ya era tiempo para darle un toque más elegante a mis diseños, pero todo el tiempo terminaba igual. Desde que comencé a participar en los Fashion Week, ya mi popularidad, la popularidad de Grace Donaldson y mis diseños, no era la misma. Ya todos me pedían que innovara mis diseños y que les diera un toque de soltura.
De esta manera, con los deseos de los espectadores de ver algo novedoso y luchando conmigo misma por superarme como diseñadora de modas, fui a mi oficina privada a hacer bocetos, pero después de unas horas no había casi ningún cambio en ellos. Ya en la madrugada, muy cansada diseñando, empecé a marearme y todo lo veía borroso, eso era indicio que me trasladaría a algún lugar en el tiempo.
Cuando pude abrir los ojos, casi no reconocía en donde estaba ni a qué año me había transportado. Empecé a caminar por todos lados pero cada vez se hacía más grande. Me encontré con varios pasillos y las paredes todas llenas de cuadros, con paisajes en blanco y negro y otros en colores, que reflejaban el buen gusto de la persona que viviese en ese lugar.
Después, todo comenzó a iluminarse por las grandes lámparas de cristales que adornaban el vestíbulo, y que poco a poco revelaban a su paso los adornos de oro que reposaban en los mesones de mármol y nácar. Al final del primer piso se abrían unas escaleras que dibujaban una Y,y en el fondo una fotografía de la persona que sería una de mis motivaciones para ser diseñadora.
Me había trasladado al Siglo XX y me encontraba en el Palacio de Kensington en Inglaterra, propiedad de la famosa Diana de Gales. Esta princesa, de sangre azul, mejor conocida como Lady Di, era la hija menor del Conde John Spencer y de Frances Spencer, y posteriormente esposa del príncipe Carlos, heredero a la corona de Inglaterra.
Mientras admiraba y conocía el palacio, tuve la oportunidad de encontrarme con la princesa Diana en su despacho principal. Éste era un salón grande, lleno de estantes de mármol con libros detodas las épocas, fotografías de la familia real y entre ellas la princesa posando para la foto oficial. En el centro, tres sofás de gamuza en color hueso y al fondo el escritorio con la agenda y todas la visitas oficiales que debía cumplir durante el año. La princesa, elegante y sencilla, estaba sentada en uno de los sofás del centro.
- Buenos días señorita Grace, ¿cómo estás? – dijo la princesa.
- Buenos días princesa Diana, todo bien ¿y usted? – respondí.
- De maravilla, gracias.
- Disculpe, pero ¿cómo supo mi nombre?, si todavía no me he presentado – le dije.
- Me imaginé que te extrañarías, pero yo ya sabía que vendrías. Un día tuve la oportunidad de viajar al futuro y vi que una muchacha que podía trasladarse en el tiempo vendría a visitarme.
- Eso me parece maravilloso, y ¿sabe usted por qué he venido a visitarla?
- No, sólo sabía que querías conocerme y tu deseo de hacerlo te ha traído hasta acá. Y no me hables de usted, puedes tutearme, estás en tu casa – me dijo.
- Muchas gracias princesa Diana. En realidad me parece un sueño estar aquí en el palacio conversando contigo.
- Y cuéntame Grace ¿a qué te dedicas? – dijo la princesa
- Yo soy diseñadora de modas y llevo cuatro años participando en desfiles de moda muy reconocidos en los Estados Unidos. Por eso siempre he querido conocerte, admiro tu manera deser y tu elegancia al presentarte en actos oficiales o en labores humanitarias, y siempre con un estilo exquisito – dije.
- Muchas gracias por esas palabras. Para comenzar, soy una persona sencilla y muy fresca, me gusta ser natural y reflejar eso a los demás. No me gusta expresar algo que no soy sólo por estar a la moda, me gusta llevar algo con lo que me sienta bien conmigo misma – respondió Diana.
- Y cuando tenías un acto oficial ¿los vestidos los escogías tú o la Corona imponía reglas para el vestuario?
- La Corona tiene sus reglas para que una princesa pueda presentarse en los actos. Para la monarquía siempre nos tenemos que vestir con diseñadores que sean de Londres. En mis primeros años como princesa mis vestuarios estaban controlados por el protocolo de la corona deInglaterra, pero tiempo después empecé a buscar mi propio estilo y mi nueva imagen, pero siempre con el cuidado y el respeto que merecía cada ocasión – expresó Diana.
- Y para encontrar ese nuevo estilo y tener una imagen diferente ¿tú diseñas tus propios bocetos o tienes diseñadores que hacen los vestidos?
- Son diseñadores que busco para que hagan los diseños. Entre mis favoritos están Chatherine Walker, Victor Edelstein, Bruce Oldfield, Hachi y Versace – indicó la princesa.
- Y ¿qué es lo que más te llama la atención de sus diseños? – pregunté.
- Primero busco con ese vestuario sentirme bien, que sean elegantes y que exprese mi manera de ser. Los vestidos deben ser jóvenes, brillantes, vivos – alegó la princesa.
- Sí, de eso me ha dado cuenta en varias fotografías que te han tomado donde se ve que expresas tus ganas de vivir y esa jovialidad que te caracterizan – dije.
- Ja ja. Gracias Grace, siempre he querido llevar una vida normal sin el ajetreo que implica la responsabilidad de ser princesa, y que mi felicidad se transmita a mis dos hijos y a los demás – respondió Lady Di.
- Eso es muy generoso de tu parte. Diana, ahora que estaba viendo tus fotografías, ¿de quién son los diseños que lucías en esa sesión de fotos?
- Esas fotos me las tomé hace poco en este palacio. Las tomó el fotógrafo peruano Mario Testino, una persona adorable y muy profesional con su trabajo. En las quince fotos hay diseños deCatherine Walker, Hachi, Victor Edelstein. Sus modelos son especiales, me siento cómoda, sencilla y a la vez elegante – respondió Diana.
- Los vestidos están hermosos, con esa soltura y unos colores cálidos. Me doy cuenta que lucías muy alegre y natural.
- En verdad esas son unas de las fotos que más me han gustado. Ese día me sentía genial, primero fueron los cambios de ropa y después flashes en todos los salones. Recuerdo que Mario puso música durante toda la sesión para hacer el ambiente más agradable y que ambos disfrutáramos de las fotos. Bailaba y cantaba y en los momentos indicados. Mario tomaba la foto y todas salían al natural, sin estar preparadas anteriormente –alegó.
- Es encantador el resultado de esas fotografías y el juego que hacen con los vestidos que usaste, te hacen ver una gracia especial. ¿Tenías algún motivo para haber cambiado tu look anterior y empezar a hacer un cambio en el vestier? – pregunté.
- En ese momento estaba empezando una nueva etapa en mi vida y una de las cosas que eso implicaba era hacer una innovación en el vestuario. Quería cambiar los vestidos de mis años anteriores y reflejar mi alegría y energía. De ahí que la ropa que empezaría a usar sería más sencilla con rasgos de jovialidad pero sin dejar al lado el glamour de una mujer – dijo la princesa.
- ¿Cómo describirías esa nueva línea de vestidos que empezarías a mostrar desde ese momento?
- Considero que son unos vestidos variados, no todos tienen el mismo aire. Hay algunos con escote dejando libres los hombros, algo que le da un toque de feminidad. Unos que son hasta la rodilla y otros que son largos de corte sencillo, para ocasiones más formales. Para actos sin tanta formalidad tengo conjuntos de pantalón y chaqueta, siempre acompañados de los debidos accesorios. Con respecto al material de la ropa, me gusta escoger telas que le den un sentido al vestido; depende de cada modelo, hay materiales que le van bien y otros que no encajan. Para los colores hay unos que más me favorecen, como el negro, blanco, marfil, pasteles, rojo… pero no busco encerrarme únicamente en ellos, me gusta usar varios colores – respondió la princesa.
- Es muy interesante esa mezcla que haces con la ropa y nunca pierdes el estilo y mantienes tu porte como princesa. Sabes elegir correctamente qué usar para cada momento. ¿Cuál sería tu recomendación para las mujeres que quieran darle un cambio a su imagen e incorporar nuevos accesorios a su guardarropa?
- Primero les aconsejaría que cualquier ropa que utilicen sea acorde con su manera de ser, no usar algo por obligación. Es bueno que siempre tengan vestidos para las fiestas de noche, sin exagerar en los tamaños y colores. Si no se quiere usar vestidos y es una ocasión importante es bueno un pantalón largo de vestir con una chaqueta a juego. Para ocasiones que sean informales un jean con una camisa en combinación. Además, en un vestier son indispensables los zapatos, ya sean de tacón bajo o alto; los altos le dan un toque de elegancia y gracia a la mujer. En el temade los accesorios siempre es recomendable no abusar porque se perdería la magia del vestuario, dependiendo de cada vestido se elegirá cuáles se usan. Por ejemplo en vestidos que sean de una sola manga estaría bien unos zarcillos pequeños sin collar para no recargarlo; en caso que seande escote, una gargantilla sencilla y zarcillos cortos o sólo unos zarcillos y dejar libre el cuello para que se note más el escote. Es importante saber que para tener un buen estilo, además del vestuario, también influye la forma en que se lleva la ropa, el porte y la elegancia con que se usen.
- Muy buen consejo, lo tendré en mente cuando esté en apuros. Ahora ya creo que es tiempo dedespedirme, tengo que regresar al futuro y seguir con un trabajo que dejé incompleto y que con esta conversación ya estoy más despejada y tengo grandes ideas para seguir adelante con mi nueva colección. Muchísimas gracias por dedicarme parte de tu tiempo y pasar un momento agradable – dije a la princesa.
- Muchas gracias a ti por compartir parte de tu vida conmigo. Ya sabes que cuando lo necesites puedes observar mis vestidos para que te sirvan de inspiración o si vuelve a suceder nos encontraremos de nuevo en esta época. Fue un placer conocerte y te deseo éxito en tu carrera. Hasta una nueva oportunidad – se despidió Diana.
Así fue como terminamos esta conversación corta pero de muchos conocimientos y experiencias. Nos despedimos con un abrazo y hasta con una foto. Ahora salí de su despacho y mientras caminaba de nuevo por el vestíbulo sentí como todo lo que estaba a mí alrededor iba dando vueltas y vueltas hasta que de repente me encontré una vez más en mi oficina de trabajo; estaba ahora en el presente. En ese momento sin perder tiempo empecé a trabajar y cada vez salían más y diferentes diseños para mi nueva colección. Todas esas nuevas ideas que ahora nadaban en mi cabeza las iba plasmando en mis diseños para llevarlos al desfile que ahora sí esperaba con ansias y que estaba segura sería una gran sorpresa y tendría mucho éxito.
Fuentes:
http://www.univision.com/content/content.jhtml?cid=743557
http://www.cooperativa.cl/p4_noticias/site/artic/20051123/pags/20051123135604.html
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/misc/newsid_4472000/4472014.stm
http://www.prensalibre.com/vida/moda_y_estilo/Exhibiran-vestido-princesa-Diana-rumbo_0_277772472.html
http://www.hola.com/realeza/casa_inglesa/2010041313833/princesa-diana/vestidos/subasta/1/
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=427008
http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=319355
http://www.mujer.com.py/index.php?option=com_content&view=category&layout=blog&id=122&Itemid=518
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